martes, 2 de marzo de 2021

90 AÑOS DE LA INAGURACIÓN DEL CAMPO DE PALOMAREJOS

El día 31 de Mayo de 1931 se celebró por todo lo alto en la ciudad la inauguración del Campo de Fútbol de Palomarejos. El equipo se denominaba en aquellas fechas Toledo C.F. y su rival fue el Madrid C.F.

Hasta esos momentos el conjunto toledano disputaba sus partidos en el denominado Campo del Polígono, cedido por la Escuela de Gimnasia, pero unas gestiones con la Sociedad General de Ganadería de España, que tenía unos terrenos en la zona de Palomarejos, favorecieron la compra de una parcela, al precio de 50 céntimos el metro cuadrado, para la construcción de un campo de fútbol propio

Según información de El Castellano, periódico de la época, el partido estuvo presidido por políticos y militares de la ciudad. También el el palco de autoridades estuvo Lolita Gallegos, madrina del Toledo C.F., y Amparito Arrabal, que hizo el saque de honor, junto a los directivos y autoridades.

Antes del inicio del partido se hizo la bandera tricolor, el 14 de Abril se había proclamado la 2ª República, y se realizaron , por parte de los alumnos de la Escuela de Gimnasia, diversas pruebas atléticas y ejercicios gimnásticos. Previó a la exhibición de los alumnos se realizo un concierto, por parte de la Unión Musical, que dirigió el maestro Serrano

A las 5 de la tarde saltaron los equipos al terreno de juego, encabezados por el árbitro señor Villalba, en el Toledo vistió camiseta azul y el Madrid todo de blanco.

Estas fueron las alineaciones

TOLEDO C.F.

Del Moral, Morales, Arrabal, Encinas, Madras, Camacho, Galán, Gómez, Sanchis, Blázquez y Muñoz

MADRID C.F.

Nebot, Moreno, Ochaindiano, Clemente, Antoñito, Ateca, Hoyos, Gurruchaga, Campomanes, Rodríguez y Urreteavizcaya.

Árbitro.-Villalba

GOLES

0-1 Gurruchaga, 0-2 Rodríguez, 0-3 Hoyos, 0-4 Gurruchaga, 1-4 Sanchis, 1-5 Hoyos

ARTÍCULO DE RAFAEL DEL CERRO MALAGÓN-Historiador- (ABC 2-5-2018)

En un artículo anterior repasábamos los orígenes del Toledo FC –renombrado CD Toledo, en 1941- y los desvelos de las juntas directivas que, dese 1928, luchaban por disponer de un estadio propio. El objetivo se cumplió en 1930 con la compra de un terreno situado junto a la carretera de Ávila a la Asociación General de Ganaderos del Reino. Se delimitó una parcela de 19.200 metros cuadrados (160 por 120 metros), por 8.000 pesetas pagadas sin ninguna aportación pública. Una Junta General celebrada el 30 de junio de 1930 daba las gracias a los socios y a tres significados protectores (Emilio Grondona, Epifanio de la Azuela y Juan Francisco Talavera) por haber podido afrontarse aquel objetivo. El 22 de julio se exponía el proyecto para que «los maestros de obras y albañiles en general», interesados en ejecutarlo, presentasen propuestas en el domicilio de la entidad, localizado entonces en la calle de Alfileritos, 14, bajo.

Miembros de la Junta avanzaban a la prensa que en Toledo la práctica del fútbol requería un campo para situar a la ciudad «al nivel que le corresponde en cuanto a cultura física se refiere». Revelaban que el estadio se ceñiría con una valla de hormigón de 2,50 metros de altura -o 5, según la zona-, contando con una pista perimetral de seis metros de anchura para celebrar carreras ciclistas y pruebas atléticas. Como existía terreno suficiente, incluso, para fomentar el tennis y la pelota a mano, se pensaba crear una pista y un frontón. Tan hermoso plan ya atrajo, en 1930, nuevos socios a la vez que el club invitaba a otras entidades deportivas a unirse a esta naciente etapa del Toledo, celebrándose en la Feria de agosto de aquel mismo año una animada cena en la Venta Circo Romano con jugadores y simpatizantes. El club manifestó al Ayuntamiento el deseo de disponer del campo para la siguiente temporada, lo que beneficiaría a la ciudad, pues la competición traería «el natural contingente de forasteros».

El 8 de septiembre de 1930, el secretario del club, Santiago Muñoz Martínez, tramitaba ante el Ayuntamiento el permiso para construir el estadio proyectado por el ya jubilado arquitecto municipal, diocesano y también académico, Juan García Ramírez (1847-1934). Este técnico fue autor de numerosas obras edilicias desde 1876 a 1928. Entre otras, intervino en las puertas y murallas de la ciudad, en el Teatro de Rojas, el Matadero, el nuevo Cementerio, la conclusión del Mercado, además de la ampliación del Seminario y el monumento al Corazón de Jesús en el Cristo de la Vega.

El futuro campo del Toledo ofrecía unas mínimas trazas con una valla exterior de 556 metros y dos accesos para el público en el lateral contiguo a la carretera de Ávila. El interior reunía el campo de fútbol, la citada pista de carreras –con un radio inferior a la semicircunferencia en las dos curvas de ambos fondos- y, tras las porterías, las zonas y fosos dispuestos para saltos de altura, longitud y lanzamientos. En el ángulo noroeste se trazaba una mínima caseta de 55 metros cuadrados, si bien, luego se habilitaría una construcción más amplia con duchas, espacios diferenciados para los jugadores, para el árbitro y algún almacén. El proyecto presentaba un aforo de 12.000 espectadores repartidos en «palcos, tendidos, silla de pista y entrada general». Se contemplaba un graderío de cinco escalones en casi todo el perímetro de la pista de atletismo, aprovechando, para ello, en el lateral norte, el desnivel natural del terreno.

El proyecto fue visado favorablemente por el Gobierno Civil, en enero de 1931, por ser la autoridad competente en materia de espectáculos públicos. En febrero de 1931 el Ayuntamiento autorizaba la ejecución de la obra, si bien, desde septiembre de 1930 se venía trabajando en la explanación del terreno con una licencia provisional. El 17 de noviembre, García Ramírez comunicaba su dimisión como «arquitecto-director» de las obras, lo que suponía la paralización de las mismas. Desconocemos cómo se solventó este imprevisto, pero lo cierto es que en la primavera de 1931 el campo ya estaba dispuesto para acoger los primeros encuentros de fútbol. La Directiva informó que el coste de la obra había supuesto a la sociedad unas 50.000 pesetas tras hacer grandes esfuerzos y gracias a los trabajos gratuitos de algunos socios.

El estadio de Palomarejos fue inaugurado el domingo, 31 de mayo de 1931, mes y medio después de la proclamación de la II República, casi en vísperas de la fiesta del Corpus. Asistieron más de 5.000 espectadores y las primeras autoridades civiles y militares. Los precios de las localidades fueron: 16 pesetas el palco de ocho sillas; 1,75 las de grada; 1,25 las de general; 0,75, las medias entradas y 0,30 para los niños. La «niña Lolita Talavera izó» la bandera tricolor con los acordes del himno de Riego. Luego, desfilaron alumnos de la Escuela Central de Gimnasia que efectuaron varias pruebas de atletismo y una breve exhibición de «Hand Ball o balón a mano». Amenizó la tarde la Unión Musical Guerrero, dirigida por el maestro Serrano, anunciándose la interpretación del Himno al Toledo FC, cuya partitura sería curioso rescatar. Tras el saque de honor, a cargo de «la señorita Amparito Arrabal», comenzaría el esperado encuentro entre el Toledo FC y el Real Madrid, que finalizó con el resultado de uno a tres goles(*).

(*) El resultado fue 1-5 a favor del Madrid C.F.

Seguidamente, el estadio de Palomarejos albergaría los partidos del primer equipo toledano hasta la Guerra Civil. Tras la depuración política de los miembros de la sociedad (exigencia aplicada entonces a cualquier otra institución), el club, de hecho, desapareció. Entre 1937 y 1939 se celebraron algunos partidos promovidos por Falange o equipos militares. Desde 1940, la naciente etapa futbolística quedaría bajo la tutela de la Obra Sindical de Educación y Descanso, así como la administración del estadio hasta su definitivo cierre, en 1972, pues su solar acogería nuevos usos asistenciales. Este hecho obligó al CD Toledo a emigrar temporalmente al campo de la Fábrica de Armas, el Estadio Carlos III, inaugurado en diciembre de 1950. El 23 de noviembre de 1973(**) por fin pudo recalar en el flamante estadio municipal Salto del Caballo, estrenado con un partido frente al Atlético de Madrid, ajeno a la competición federativa. Hoy el recuerdo del viejo campo de Palomarejos, la verdadera casa propia del Toledo, queda tan solo en las fotografías y en la memoria en blanco y negro de muchos toledanos

(**) La inauguración fue el 25 de Noviembre de 1973

Juan García Ramírez arquitecto del campo de Palomarejos
(Retrato de Federico González-Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo)

Estadio de Palomarejos
(Foto de El Castellano en Mayo de 1931)





CAMPO DE FÚTBOL DE PALOMAREJOS
(Foto. toledoolvidado.blogspot.com)

La desaparición del campo de Palomarejos tuvo lugar a finales del 1972, el 30 de Enero de 1972 con un Toledo 1 (Rafa)-Femsa 0, y en la actualidad, donde estaban las instalaciones, se ubica el CEDT de Toledo y la Residencia para Mayores de la Avda de Barber

ÚLTIMO PARTIDO EN PALOMAREJOS

1ª Regional Castellana (Temporada 1971-72)

21ª jornada (30-1-1972)
Toledo 1-FEMSA 0
C.D.Toledo: Godoy, Castañeda, Pinilla, Atienza (Ruiz), Llerena, Coedo, Marsal I, Verde, Marsal II, Rafa y Pipo
FEMSA: Ginés, Calvo, Cantalapiedra, Valero (Pua), Gª Muñoz, Agustín, Atienza, Menéndez, Gª Ramos, Chovi (Gabriel) e Iriarte
Árbitro.- Sr. Ortega Porras
GOLES
1-0 m.29 Rafa


Derribo del Campo de Palomarejos en el año 1972
(Fotos. Álbum Luis Cardeña Gálvez)


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