7.000 ALMAS VERDES Y UN CORAZÓN NEGRO
La victoria en el Salto del Caballo, y la posibilidad de celebrar el ascenso a 1ª, movilizo a toda la ciudad. 7.000 toledanos, en peregrinación, acudieron a Valladolid, el domingo 29 de Mayo de 1994, unos en autobuses y otros en vehículos particulares.
Las calles de Pucela se tiñeron de verde, con riadas de aficionados, con bufandas, camisetas, banderas y pancartas para animar al Toledo. Horas antes del comienzo ya acudían con alegría, fe y esperanza a las inmediaciones del José Zorrilla. La grada que fue asignada a la afición toledana, frente a la tribuna, gritaba momentos antes del partido "Valladolid a Segunda vas a ir" y aumentaba el volumen de sus gritos y aplausos cuando los componentes de cuadro verde saltaron a calentar al césped.
Pero por desgracia, y sobre todo por una persona en particular, la alegría, el alborozo y los cánticos se tornaron en rabia, impotencia y llanto para las 7.000 almas verdes. Un personaje de corazón negro, como la equipación que llevaba, frustro todo esperanza de volver a Toledo con un ascenso. Ese no fue otro que el colegiado del encuentro, persona non grata para los toledanos, el tinerfeño José Manuel Brito Arceo.
Con un arbitraje calamitoso, para los intereses verdes, dejo sin pitar un claro penalty sobre el ruso Andrei Moj, con 2-0 a favor de los blaquivioletas, que podía haber supuesto el 2-1 restando diez minutos para el final. Dejo al Toledo con 9 jugadores, expulso a Moreiras y Dani con roja directa, además de expulsar también al entrenador, Gonzalo Hurtado, y al delegado verde, José Luis Olivares, por lo que los vallisoletas redondearon un 4-0 final.
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